Impuesto a remesas: amenaza para América Latina

  • Impuesto a remesas: la Unión Europea aprueba un impuesto del 5% a las remesas; Estados Unidos discute una medida similar impulsada por legisladores republicanos
  • Fintechs de América Latina advierten que estas iniciativas encarecen el envío de dinero, frenan la inclusión financiera y empujan a canales informales

  • La propuesta en Estados Unidos busca también limitar el envío de remesas a proveedores “autorizados”, lo cual podría reducir competencia y favorecer monopolios

    Impuesto a remesas: amenaza para América Latina

La reciente aprobación por parte de la Unión Europea de un impuesto a las remesas internacionales del 5%, y la propuesta en debate en el Congreso de Estados Unidos para aplicar una medida similar, han encendido las alarmas entre empresas fintech que operan en América Latina.

Para estas empresas, la medida no solo amenaza la estabilidad económica de millones de familias receptoras, sino que también frena la innovación financiera en una de las regiones más dependientes de estos flujos.

Un golpe directo a la inclusión financiera

La Asociación FinTech México se expresó claramente: el impuesto propuesto es regresivo, discriminatorio y perjudicial. La organización advierte que la carga fiscal sobre las remesas desincentivará el uso de plataformas digitales para el envío de dinero, empujando a los usuarios hacia canales informales. Esta regresión representaría un duro revés para los avances en inclusión financiera que han sido impulsados por las propias fintech.

“El incremento en el costo de las remesas afectará directamente a quienes menos tienen. Es una penalización desproporcionada para los hogares que dependen de estos ingresos”, señala el gremio, que agrupa a las principales empresas de tecnología financiera del país.

Así detalló Asociación FinTech México los efectos de la medida:

  • Afectaría directamente a millones de familias, reduciendo su ingreso disponible y capacidad de ahorro.
  • Fomentaría el uso de canales informales, inseguros y opacos, que representan un riesgo para las personas usuarias.
  •  Complicaría el combate al lavado de dinero y la formulación de políticas públicas efectivas.
  •  Reduciría la competencia y elevaría los costos, imponiendo barreras innecesarias a la innovación.
  • Desincentivaría el desarrollo de soluciones tecnológicas como stablecoins, wallets, blockchain, claves para la transformación de los pagos internacionales.

Amenaza a la competencia y la digitalización

Además del impacto directo sobre los usuarios, las fintechs alertan sobre un efecto colateral preocupante: la creación de una figura de proveedor “autorizado” por parte del gobierno estadounidense podría restringir el acceso de nuevos actores al mercado. Esto limitaría la competencia, encarecería el servicio y pondría trabas al desarrollo de soluciones digitales para los migrantes y sus familias.

En 2024, México recibió más de 64,700 millones de dólares en remesas, con un 99% de esos envíos realizados por transferencias electrónicas. El ecosistema digital que ha permitido esta eficiencia ahora se encuentra bajo amenaza.

Impacto regional: de México a Centroamérica

Los países más afectados por la medida serían justamente aquellos donde las remesas representan una proporción crítica del Producto Bruto Interno. Según datos del Banco Mundial, en Nicaragua las remesas equivalen al 27% del PBI, en Honduras al 25% y en El Salvador al 23%. Cualquier reducción en estos flujos tendría consecuencias inmediatas en el consumo, el ahorro familiar y la inversión local.

En poblaciones como Cajolá, Guatemala, donde gran parte de la economía local gira en torno al dinero enviado desde el exterior, la incertidumbre ya se siente. Las familias temen que una reducción en los montos recibidos, producto del impuesto, afecte directamente sus pequeños negocios y su calidad de vida.

Tensiones diplomáticas

Desde el gobierno mexicano, la presidenta Claudia Sheinbaum denunció que la medida estadounidense violaría acuerdos internacionales como el tratado para evitar la doble tributación. Afirmó, además, que el gravamen tendría un carácter discriminatorio al aplicarse solo a no ciudadanos, algo que podría ser impugnado tanto en tribunales internacionales como en las cortes de Estados Unidos.

El Secretario de Hacienda mexicano fue más allá al advertir que este tipo de impuestos afectan recursos que ya han sido gravados en su país de origen, lo que va contra las normas fiscales vigentes.

Una amenaza con efecto dominó

Para los líderes del sector fintech en América Latina, el mensaje es claro: si se aprueban estas medidas, se pone en riesgo no solo el bienestar de millones de familias, sino también el futuro de un ecosistema que ha logrado reducir costos, aumentar transparencia y ampliar el acceso a servicios financieros. La innovación digital en remesas no debe ser castigada con impuestos diseñados bajo lógicas migratorias y recaudatorias.

«Lo que hoy se presenta como una herramienta de control migratorio, mañana puede convertirse en una barrera contra el desarrollo», concluye un portavoz de Fintech México. La región, advierten, no puede permitirse retroceder en lo que ya ha avanzado.

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